miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Evento*

El día había llegado. En el pueblo se respiraba un aire diferente, desde hacia ya varios días no se hablaba de otra cosa. Cuando el sol empezó a asomar ya nadie dormía. Esa noche solo durmieron los más jovencitos y los más ancianos, la franja de edad más racional no pudo pegar un ojo. Nadie creía que todo lo que se decía fuera a ser cierto, pero hasta que no llegó el día la duda existió en todos. La radio local hizo una vigilia única con dos días al aire de corrido, cosa que jamás había sucedido. Aunque fue un martes nadie trabajó, no había transporte público ni kiosco abierto, sacando la gente que trabajaba en El Evento nadie hizo otra cosa que no fuese asistir a él.

Hacia quince décadas que se había jurado realizar El Evento, no se podía suspender y faltar el respeto a las convicciones de los abuelos, y menos del Gran Padre. Los escritos del Libro decían que el Gran Padre durmió un lustro junto a los pumas en el medio del monte, y allí le fueron trasmitidos todos los capítulos y hasta el prólogo. Las fechas eran claras: ciento cincuenta primaveras luego de la vuelta del Gran Padre de su aislamiento voluntario debían realizar El Evento.

Entre otras muchas cosas irracionales el Libro decía que el Gran Padre había jugado un partido de fútbol junto a veintiún pumas, y así se ganó el respeto de los animales. Al irse de la manada el Gran Padre hizo un juramento a los pumas: los humanos le iban a dar la oportunidad a uno de su especie de jugar un partido y poder ser aceptado. Esto iba a suceder un siglo y medio después de realizada la promesa.

El Gran Padre murió, como toda la gente que alguna vez lo conoció en persona. Pero la creencia en sus enseñanzas era absoluta entre la gente, el Libro era sagrado para todos. El día había llegado, el partido tenía que jugarse para que las creencias tuvieran sentido. El puma estaba enjaulado hacía como un mes, tenía la mirada perdida probablemente porque, como decía el Libro, no había sido alimentado durante su cautiverio de 30 días.

Todo el mundo estaba nervioso, aunque los jugadores de ambos equipos eran los que más. El arbitro tuvo un ataque de pánico en el vestuario e intento simular un paro cardíaco pero fue descubierto y obligado a dirigir el encuentro. Faltaba media hora para las quince, horario en que debía comenzar el partido. La capacidad del estadio estaba ampliamente superada pero no había quien lo controle, todo el mundo quería estar bien ubicado para cuando empezara, hasta los policías y los que cortaban entradas.

Cuando faltaban cinco minutos para el horario los once rivales y los diez compañeros del puma salieron a la cancha y el estadio enmudeció. Sonaron trompetas por los altos parlantes y una gran jaula cargada por varios hombres fue depositada en el círculo central del campo de juego. Allí dentro había un puma adulto famélico. Tres jugadores intentaron salir corriendo pero el resto del equipo los detuvo. Los corazones latían tan fuerte se podían escuchar desde las tribunas. El referí fue conducido a punta de pistola hasta el centro para que diera comienzo al juego. Pero antes se debía soltar al puma. Y se lo soltó. La primer reacción del felino fue quedarse quieto mirando hacía todos lados, esto le dio tiempo a toda la gente que no jugaba de retirarse del césped. Un jugador del equipo del puma, que lucía una pequeña capa del mismo azul que el resto de sus compañeros humanos, se acercó con la pelota en sus manos hacía el animal para dar el puntapié inicial. Cuando el joven jugador se puso a una distancia poco prudente del puma fue atacado con gran velocidad, segundos mas tarde yacía muerto en el piso sin un pedazo de cuello. El puma enloqueció y comenzó a atacar a cuanto jugador se le cruzaba, el campo de juego se transformó en una carnicería, pero nadie atinaba a interrumpir la cacería del felino. La gente en la tribuna estaba muda, las madres de los jugadores lloraban desconsoladamente. Pero ellos estaban cumpliendo lo que decía el Libro, lo que les habían enseñado desde que eran muy pequeños. Las cosas tenían que ser así. Varios jugadores fueron comidos vivos ante la mirada de todos.

El saldo que dejó El Evento fue de siete muertos y diez heridos graves. Luego de los noventa minutos de partido, aunque en el entretiempo el puma y los cadáveres no fueron al vestuario, se volvió a encerrar al puma que ahora distaba mucho de tener hambre. Del Evento no se habló más durante mucho tiempo. Recién varias décadas después los que habían asistido cuando eran muy chicos volvieron a hablar sobre él, pero las historias que contaban distaban mucho de ser verídicas. Los ancianos contaban que el puma había hecho un gol sobre la hora y su equipo había ganado. Esta falsa historia fue escrita en el Libro, sumando un nuevo capítulo. El día del Evento es feriado desde entonces y todo el pueblo lo recuerda con una fiesta en el estadio. Los chicos se disfrazan de puma y juegan a recrear el momento en que el puma metió el gol. Claro, como no van a festejar si aquel día sucedió algo tan maravilloso.

jueves, 11 de agosto de 2011

Un lugar en el mundo

El ser humano es el único ser vivo que nace y no tiene un lugar en su planeta. Un pájaro tiene un árbol donde anidar y un árbol un pedazo de tierra donde crecer, y ninguno de ellos paga alquiler. O lo tienen, o se mueren. En cambio, nosotros no. Básicamente cuando nacemos tenemos menos derechos que una planta de aloe vera (y menos propiedades). No somos todos, pero somos millones y millones los que tuvimos como último lugar propio el vientre materno, aunque a los 9 meses nos sacaron con una orden médica de desalojo. ¿Cómo es posible que aceptemos que unos pocos se digan dueños del lugar que nos pertenece? La naturaleza nos trae al mundo porque tiene un lugar para nosotros. Ella es sabia pero el hombre no. Hay personas que son "dueñas" de tantos pedazos de planeta que ni siquiera llegan a conocer todo lo que les pertenece (y varios de ellos los tienen desde el momento que nacen). ¿Un papel es mas fuerte que el orden natural? Si un papel dice que media provincia es de Fulano, 10.000 Menganos quedan en la calle. No, tampoco tenemos un lugar en la calle. Si uno quiere vivir en SU planeta sin pagarle a otros humanos ¿Acaso no tiene derecho a hacerlo? ¿Nada de todo el mundo es mío? Ni mío, ni de muchísima gente. De chicos nos enseñan que hay pelear mucho por "tener" un lugar propio cuando esto debería ser un derecho mas importante que la educación y la salud. Una mosca, un león (que aún enjaulado no paga alquiler) y un murciélago tienen SU lugar en SU planeta pero la mayoría de los seres de la raza dominante no posee ni un metro cuadrado propio. Nada de nada. A los "dueños" de grandes extensiones de tierra les pregunto: ¿Creen que realmente ese pedazo de tierra es suyo por el simple hecho de tener un papel que lo diga? No. Nos contaminan los ríos, el aire, dejan infértil nuestra tierra diciendo que es de ellos. Estamos comprando un orden preestablecido por una minoría, cuando deberíamos a aprender de todas las otras especies. ¿Hasta que punto me beneficia ser un ciudadano? Estoy empezando a pensar en renunciar a esa condición para pasar a ser un simple animal, por ahí así logro tener el pedazo de tierra que me corresponde.

jueves, 17 de marzo de 2011

Los profesionales

Ayer vi en televisión, como un policía le pegaba a un vecino de Vicente López que reclamaba para que no hagan una autopista en el poco espacio verde que queda en su barrio, y me vino a la cabeza una pregunta: ¿Cuál es el límite entre ser profesional y ser mala persona? Mucha gente se refugia en la profesionalidad para hacer cosas que en su vida amateur no hace. No creo que un policía en sus ratos libres le pegue a quien se cruce por la calle. Capaz que no le pega a nadie cuando no trabaja. Me cuesta mucho considerar buena persona a un abogado que defiende a un criminal de guerra o a un político que robó al pueblo. Creo que con ser profesional no alcanza, más allá que nos dé de comer, mientras se ejerce una profesión uno no deja de ser uno. Ni deja de ser-ser humano. Un soldado una vez soltó una bomba y mató miles de japoneses. Dicen que no sabía lo que hacía, que cumplía órdenes. Puede que no sea considerado culpable de semejante crimen, pero es culpable de ser más profesional que persona. Es culpable de ser mas otro que él mismo. Hay profesionales que salvan vidas pero hay profesionales que matan, y ambos lo hacen porque comparten esa condición. También hay profesionales que dejan gente sin trabajo y profesionales que engañan para vender algo. ¿Cuantos más "profesionales" haya, el mundo va a ser peor? El mundo necesita mas buenas personas y menos gente que crea que durante su trabajo hay que olvidarse de que el otro es tan persona como uno.

martes, 11 de enero de 2011

La autoridad de los famosos

La palabra famoso me remite a alguien que esta goloso de fama. Por su parte, la fama esta muy cercana al poder. Hoy en día los medios de comunicación tienen una presencia tan profunda en nuestras vidas que su poder no para de crecer. Para muchos un diario o un programa de televisión, pasa a ser algo como así como la voz del interior, la voz de la conciencia. No es algo premeditado adoptar como propios los pensamientos u opiniones ajenas. Pero hay veces que sucede, aunque quiero creer que sucede poco. A veces uno enciende el televisor y ve a gente opinar sobre cualquier tema del que probablemente no tiene idea. Pero una voz es autorizada cuando el rostro que la acompaña es conocido y tiene presencia habitual en los medios de comunicación. Cuantas mas horas de pantalla tenga esa cara, mas autorizada es esa voz y sus declaraciones tendrán mas repercusión en todos los medios. Y como los medios tienden a repetirse (en especial la televisión), ese rostro y especialmente esa voz, seguramente lleguen a una enorme porción de gente alrededor de todo el país. En Argentina hay gente muy inteligente, que tiene muchas cosas interesantes para decir. Sin embargo, es mas fácil que una mujer que le hemos conocido antes el culo que la cara, sea invitada a un programa y opine sobre educación, que un maestra rural que camina varios kilometros diarios para enseñar. En prácticamente todos los programas de televisión de aire los invitados son famosos. Algunos con mas aceptación que otros, pero todos son famosos. Es una premisa para poder opinar en televisión. Nadie les va a preguntar si estudiaron el tema o cuales son sus fuentes, menos cuando ese famoso es muy famoso. El título de "famoso" pasó a ser mas importante que un título universitario. Muchas veces cuando sucede algo resonante, se ven mas famosos hablando del tema que los mismos protagonistas del suceso (en caso de que no sean famosos). ¿Cuándo Mirtha Legrand va a invitar un mozo, un heladero o un colectivero? ¿Acaso sus opiniones no son relevantes por el hecho de no ser famosos? Al parecer todo lo que diga o haga un famoso si es relevante. Hay grandes intelectuales, gente de mente brillante que es famosa. Pero son famosos gracias a eso: destacarse en una actividad de la cuál pasan a ser una voz autorizada. Todo el mundo tiene derecho a opinar, pero que mejor que para opinar sobre pobreza que un pobre, sobre fútbol que un futbolista y opinar sobre política a un ladrón.

miércoles, 5 de enero de 2011

Latinoamérica en imágenes

León, Nicaragua.


León, Nicaragua.

Tegucigalpa, Honduras.

Roatán, Honduras.

Roatán, Honduras.

Roatán, Honduras.

Isla Ometepe, Nicaragua.

Isla Ometepe, Nicaragua.

Granada, Nicaragua.

Isletas de Granada, Nicaragua.

Granada, Nicaragua.

Cahuita, Costa Rica.

Bocas del Toro, Panamá.

Bocas del Toro, Panamá.

San Blas, Panamá.

Comuna Kunayala, Panamá.

Comuna Kunayala, Panamá.


Parque Tayrona, Colombia.

Cuyabeno, Ecuador.

Cuyabeno, Ecuador.

San Cipriano, Colombia.
Quito, Ecuador.

Quito, Ecuador.

Quito, Ecuador.

Pedernales, Ecuador.

Atacames, Ecuador.
Huaraz, Perú.

Las Peñitas, Nicaragua.

Somoto, Nicaragua.
Las Peñitas, Nicaragua.

León, Nicaragua.

lunes, 3 de enero de 2011

Los disfrazados

Enero es muy caluroso en Buenos Aires, hay menos gente en la calle pero el calor no se toma vacaciones. Sin embargo, una gran parte de la gente sigue vistiéndose con pantalones largos y hasta a veces un saco, como si fuera invierno u otoño. La gran mayoría de esa gente estaría a favor de poder realizar sus actividades diarias con ropa mas liviana, pero hay ciertas convenciones sociales que no se lo permiten. Mi pregunta es: ¿qué sostiene esto? Yo creo que nadie se pondría un traje en pleno verano si pudiese elegir. Ni los jefes, ni los empleados, ni nadie. Sin embargo es muy difícil ver gente en malla y musculosa en las oficinas del micro centro. Realmente no comprendo porque es necesario "arreglarse" para trabajar. Salvo que se trabaje de modelo. Mucha gente no quiere recibir un llamado de atención y respeta estas normas, pero si nadie las respetara no habría problemas. Básicamente lo que creo es que el rendimiento laboral no tiene nada que ver con la forma de vestirse. No creo que a nadie le importe que el empleado del banco este atendiendo dentro de una pileta de lona y vestido como en la playa, (siempre y cuando atienda de manera cordial y eficiente a los clientes). Para mí estas cosas son realmente raras. Realmente no comprendo que haya diferentes formas de vestirse según el lugar que uno asista: un casamiento, el trabajo, una cena laboral o lo que sea. ¿Hay alguien que le afecte como se visten los demás? La forma de vestir forma parte de la personalidad de cada uno, sin embargo mucho no visten lo que quieren sino lo que les permiten o lo que creen conveniente para la ocasión. Lo conveniente en estos casos significa lo mas parecido a los demás. Es muy gracioso pensar que un pedazo de trapo llamado "corbata" sea un símbolo de elegancia y seriedad. Mas aun cuando los políticos lo tomaron herramienta de trabajo.