lunes, 3 de enero de 2011

Los disfrazados

Enero es muy caluroso en Buenos Aires, hay menos gente en la calle pero el calor no se toma vacaciones. Sin embargo, una gran parte de la gente sigue vistiéndose con pantalones largos y hasta a veces un saco, como si fuera invierno u otoño. La gran mayoría de esa gente estaría a favor de poder realizar sus actividades diarias con ropa mas liviana, pero hay ciertas convenciones sociales que no se lo permiten. Mi pregunta es: ¿qué sostiene esto? Yo creo que nadie se pondría un traje en pleno verano si pudiese elegir. Ni los jefes, ni los empleados, ni nadie. Sin embargo es muy difícil ver gente en malla y musculosa en las oficinas del micro centro. Realmente no comprendo porque es necesario "arreglarse" para trabajar. Salvo que se trabaje de modelo. Mucha gente no quiere recibir un llamado de atención y respeta estas normas, pero si nadie las respetara no habría problemas. Básicamente lo que creo es que el rendimiento laboral no tiene nada que ver con la forma de vestirse. No creo que a nadie le importe que el empleado del banco este atendiendo dentro de una pileta de lona y vestido como en la playa, (siempre y cuando atienda de manera cordial y eficiente a los clientes). Para mí estas cosas son realmente raras. Realmente no comprendo que haya diferentes formas de vestirse según el lugar que uno asista: un casamiento, el trabajo, una cena laboral o lo que sea. ¿Hay alguien que le afecte como se visten los demás? La forma de vestir forma parte de la personalidad de cada uno, sin embargo mucho no visten lo que quieren sino lo que les permiten o lo que creen conveniente para la ocasión. Lo conveniente en estos casos significa lo mas parecido a los demás. Es muy gracioso pensar que un pedazo de trapo llamado "corbata" sea un símbolo de elegancia y seriedad. Mas aun cuando los políticos lo tomaron herramienta de trabajo.

No hay comentarios: