martes, 20 de abril de 2010

Encubridores

Suena fuerte decir que nos dominan los delincuentes. Como en un secuestro no express. Cuando me refiero a "nos" hablo de todos aquellos que no tenemos como objetivo de vida llenarnos de dinero y poder a cualquier costo. Es posible que casi todas las personas que nos gobernaron durante nuestro bicentenario de vida hayan hecho negocios personales con nuestros bienes, y mas triste es que esto segura e increíblemente vaya seguir pasando. Antes de saber si un político es de derecha o de izquierda, me gusta saber en que bolsillo me va a meter la mano (derecho, izquierdo o trasero). No me interesa hablar de los proyectos políticos actuales, porque primero debo dejar de lado el mal uso de parte nuestro patrimonio. Reconozco que muchas medidas tomadas por el gobierno actual son de mi agrado, pero nunca me van a terminar de agradar sabiendo que detrás hay corrupción. Y no es una crítica puntual al actual gobierno, la oposición (en cualquiera de sus facetas) seguramente va a hacer lo mismo si le toca gobernar. ¿Cómo es posible que aceptemos (y votemos) a nuestros gobernantes sabiendo que hay gente que realmente pasa hambre? ¿Cómo es posible que se utilice dinero público para actos, publicidad oficial, fútbol, etc, etc, etc habiendo chicos que no tienen mas de una comida diaria? Todos sabemos que para candidatearse en este país es imposible no tranzar con algún poderoso. Son muchas las cosas que sabemos y aceptamos. En cualquier barrio marginal se tarda menos en saber donde venden paco que donde hay una escuela, llamativamente ninguna brigada de investigaciones logra dar con el paradero del tranza. Hay barrabravas que manejan el fútbol a gusto gracias a los dirigentes que los apadrinan (si, hasta en el fútbol dominan los amigos de lo ajeno). Los políticos tienen inmunidad social. ¿Cómo se explica que hasta se los invite a los programas de televisión y encima no se los reproche? Una de las frases mas tristes que tenemos los argentinos como cabecera es: "roba pero hace algo bueno". Ahí es donde nos damos cuenta que abrazamos a los políticos y hasta somos sus complices. Tendríamos que estar todos en el banquillo de los acusados como encubridores. Auto-encubridores. Si hay inseguridad es por falta de educación y trabajo, si hay hambre es por malas políticas sociales, si hay fernet estaría bueno una bebida cola y hielo. Todo es permitido por la política. Si realmente quisieran combatir el paco en un fin de semana se podría casi eliminar. La policía sabe donde se vende, los políticos saben que la policía sabe, y los narcos saben los precios que tienen todos ellos. Por eso no pasa nada. O hay veces que son polirubro: político-narco es la que esta mas de moda. Todas las provincias tienen corruptos, los intendentes del comehumano Bonaerense son dignos de un film de Francis Ford Coppola y el Congreso es un zoológico interactivo. Pero nosotros los votamos, ¿de qué nos quejamos? Ojala un argentino no pise la luna antes de que un argentino honesto nos gobierne. Ojala algún día haya una luz en el cuarto oscuro.