jueves, 17 de marzo de 2011

Los profesionales

Ayer vi en televisión, como un policía le pegaba a un vecino de Vicente López que reclamaba para que no hagan una autopista en el poco espacio verde que queda en su barrio, y me vino a la cabeza una pregunta: ¿Cuál es el límite entre ser profesional y ser mala persona? Mucha gente se refugia en la profesionalidad para hacer cosas que en su vida amateur no hace. No creo que un policía en sus ratos libres le pegue a quien se cruce por la calle. Capaz que no le pega a nadie cuando no trabaja. Me cuesta mucho considerar buena persona a un abogado que defiende a un criminal de guerra o a un político que robó al pueblo. Creo que con ser profesional no alcanza, más allá que nos dé de comer, mientras se ejerce una profesión uno no deja de ser uno. Ni deja de ser-ser humano. Un soldado una vez soltó una bomba y mató miles de japoneses. Dicen que no sabía lo que hacía, que cumplía órdenes. Puede que no sea considerado culpable de semejante crimen, pero es culpable de ser más profesional que persona. Es culpable de ser mas otro que él mismo. Hay profesionales que salvan vidas pero hay profesionales que matan, y ambos lo hacen porque comparten esa condición. También hay profesionales que dejan gente sin trabajo y profesionales que engañan para vender algo. ¿Cuantos más "profesionales" haya, el mundo va a ser peor? El mundo necesita mas buenas personas y menos gente que crea que durante su trabajo hay que olvidarse de que el otro es tan persona como uno.