martes, 9 de diciembre de 2008

La cárcel



El peor castigo que tiene el preso es estar en libertad y que la sociedad sepa que estuvo preso.

El preso le paga a la sociedad y esta le cobra intereses.

El cielo del preso es la calle, el infierno su celda y el purgatorio su clase social.

Cuando un preso sale en libertad nunca se siente libre, sabe que va a volver.

Una visita es la libertad, un llamado telefónico es la libertad, salir en libertad es simplemente pisar la calle.

Cuando la cárcel se transforma en una casa, la libertad es ir de compras.

El preso encuentra todos los sentimientos que fue perdiendo en la calle, pero quedan en la cárcel.

Aunque nunca lo admita el preso jamás duerme tan bien como en la celda.

El preso no termina de sentirse libre hasta que no empuña un arma.

La mitad de las anécdotas que se cuentan dentro de la cárcel son mentira.

La cárcel no esta hecha para meditar sino para pagar.

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